ME
ENCANTA CUANDO JESÚS HABLA DE MI COMO DE UNA OVEJA O UN CORDERITO. CÓMO SE ME
PRESENTA COMO EL ÚNICO PASTOR BUENO, QUE ME CONOCE, QUE ME COMPRENDE, QUE NO ME
ABANDONA SI ME SEPARO DEL REBAÑO, QUE ME LLEVA EN BRAZOS CUANDO ESTOY HERIDA Y
ME CONDUCE A PRADOS VERDES, DONDE SIEMPRE NECUENTRO ALIMENTO.
PERO HOY, ADEMÁS ME DICE QUE ES LA
PUERTA. CUANDO EL ABRE, NADIE PUEDE CERRAR Y SI EL CIERRA NADIE PUEDE ABRIR.
ES DECIR, QUE LA ELECCIÓN SOBRE MI NO
DEPENDE MÁS QUE DE ÉL. Y CUANDO ME LLAMA, COMO ME AYUDA A RECONOCER SU VOZ, SÉ
CÓMO IR TRAS ÉL, COMO SEGUIR SUS HUELLAS, PARA NO PERDERME.
Y ES UNA PUERTA DE MADERA, LA PUERTA
DEL REDIL; Y, A LA VEZ, ME HABLA DE OTRA PUERTA DE MADERA, POR LA QUE HE DE
ENTRAR, PARA ALCANZAR LA VIDA ETERNA.
LA MADERA ES UN MATERIAL QUE APARECE A
LO LARGO DE LA VIDA DE JESÚS.
PRIMERO, LA CUNA. UN PESEBRE DE MADERA,
DONDE COMÍAN LOS ANIMALES LA PAJA.
A MI ME HACE PENSAR EN SU SEPULTURA Y
EN LA MÍA. LA SUYA, SIGUIENDO LA COSTUMBRE DE ISRAEL, EXCAVADA EN LA ROCA; LA
MÍA, EN SU MOMENTO, DE MADERA, UNA CAJA CERRADA, QUE GUARDARÁ MI CUERPO MORTAL,
HASTA LA VENIDA A LA TIERRA, POR ÚLTIMA VEZ, DE JESÚS A LA TIERRA, CUANDO
JUZGARÁ A VIVOS Y MUERTOS.
LUEGO, SIGUIENDO EL TRABAJO DE SU
PADRE, RELACIONADO CON LA MADERA, EN SU TALLER DE CARPINTERO.
¡CUÁNTAS COSAS ÚTILES HARÍA! ¡CUÁNTA
GENTE AGRADECIDA POR SU TRABAJO LABORIOSO Y HECHO CON AMOR!
EN SUS PARÁBOLAS, COMO EN LA DE HOY, ÉL
MISMO SE ME PRESENTA COMO LA PUERTA DEL REDIL, EN LA QUE ME ESPERA PARA
LLEVARME A PASTOS BUENOS, DONDE SACIAR MI HAMBRE.
Y, ¡QUÉ PASTOS! EN ELLOS SE ME DA ÉL
MISMO, SU CUERPO Y SU SANGRE, EL PAN DE VIDA Y EL VINO DE LA SALVACIÓN.
Y, POR ÚLTIMO, EL MADERO DE LA CRUZ. LA
PUERTA ESTRECHA; QUE, EN APARIENCIA ES HORROROSA, PORQUE MUESTRA SU CUERPO
DESTROZADO.
PERO, SÓLO EN APARIENCIA, PORQUE ES EN
ESA APARIENCIA EN LA QUE QUIERE EL DEMONIO QUE ME QUEDE.
QUIERE QUE VEA SÓLO MUERTE. HACE LO
POSIBLE PARA QUE ME APARTE DE ELLA Y NO PIENSE EN SU VERDADERO SENTIDO.
PORQUE LA CRUZ ES LA ÚNICA PUERTA QUE
ME LLEVARÁ AL CIELO. SI ME RESISTO A PASAR POR ELLA, A ABRAZARME A ELLA, A
DEJARME AMAR POR CRISTO, …, SÓLO ENCONTRARÉ MUERTE. LA MUERTE SIN SENTIDO, QUE
NO SIRVE PARA NADA MÁS QUE PARA SUFRIR, SIN VER LO QUE HAY DETRÁS DE ELLA.
LA PUERTA DE LA CRUZ ES MI PUERTA DE
SALVACIÓN. DONDE PUEDO ENCONTRARME CON EL AMOR VERDADERO; DONDE PUEDO APRENDER
A AMAR CON ESE AMOR; DONDE LA DONACIÓN ES EL MODO DE RECIBIR MÁS DE LO QUE SE
DA.
EN ELLA, TAN SOLO HE DE PONER EL UNO, Y
SÉ QUE RECIBIRÉ EL CIENTO QUE DIOS PROMETE A SUS ELEGIDOS QUE HACEN SU
VOLUNTAD.
¡CUÁNTAS VECES NO ME HE DEJADO CLAVAR
EN ESA CRUZ! NO VEÍA QUE JESÚS ESTABA ESPERÁNDOME EN ELLA, DISPUESTO A DARSE
POR ENTERO A MI.
EL MIEDO ME DETENÍA ANTE ELLA, Y, COMO
FUERA, ME APARTABA DE ELLA, DEJANDO A JESÚS, QUE ME ESPERABA LLENO DE ILUSIÓN,
PARA AMARME DULCEMENTE.
PIDO A DIOS QUE ME AYUDE CON SU SANTO
ESPÍRITU A VENCER AL DEMONIO, QUE ME MUESTRA EL HORROR DE LA CRUZ, OCULTÁNDOME
LA VIDA ETERNA QUE, EN REALIDAD ENCIERRA.
COMO DECÍA SAN PABLO, QUE YA NO VIVÍA
ÉL SINO QUE ERA CRISTO QUIEN VIVÍA EN ÉL, ASÍ QUIERO YO VIVIR ALGÚN DÍA,
DEJÁNDOLE QUE SEA MI DUEÑO, DEJÁNDOME ALIMENTAR POR SU CUERPO Y SANGRE Y
DEJANDO QUE SEA EL GUÍA DE MI VIDA, SIEMPRE. ¡QUE ASÍ SEA!
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