miércoles, 20 de octubre de 2010

Dios escucha

Sí, es verdad, Dios escucha. No sé la de veces, a lo largo de mi vida, que le he pedido cosas y me las ha concedido. Claro está, mis peticiones siempre llevaban las "coletillas": "si Dios quiere" o "si Dios cree que me conviene", ... Por lo que cuando no me lo ha concedido he estado segura que no me convenía en absoluto; y, como siempre digo, sin la ayuda necesaria del Espíritu Santo no hubiera visto más que Dios no me quería bien, no sabía lo que verdaderamente me convenía o pensamientos por el estilo.
Ayer tuvimos la celebración en la parroquia, que me gustó mucho y en la cual Dios me habló al corazón, como siempre, para ayudarme en mi camino de conversión. Como hacemos en cada celebración, al final quien lo desea puede hacerle sus peticiones. Llevo algún tiempo en que no pido nada personalmente en voz alta; lo hago en mi interior porque la mayor parte de las cosas que pediría lo hacen algunos hermanos y no me parece bien repetir, sólo por "hablar".
Anoche pedí porque nadie "me chafó". Y lo último que pedí fue que si me convenía, si Dios quería, que me diera trabajo. Cuando me escuche yo misma me sorprendí por pedirle eso a Dios. Pero ya estaba hecho y los hermanos se habían unido a mí en ese ruego.
Esta mañana me ha llamdo mi coordinadora en el arzobispado y me ha ofrecido una sustitución para veinte días.
Casi no tengo nada más que decir. Quien piense lo que yo, sabe que para Dios todo es posible, por más difícil que nos parezca a nosotros.
Por nuestro bien, no dejemos de dar gracias a Dios ni un solo día; y, cuando necesitemos algo, no sólo para nuestro bien sino para el de los que nos rodean, no dejemos de pedírselo a Él.
¡Gracias por vuestras oraciones por mí. Yo también rezo por vosotros cada día!

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