Toda mi vida he buscado el afecto de las personas. Primero el de mi familia, especialmente el de mi padre. Luego en el colegio, en el instituto, en mi novio, ...
Eso me llevó a ser muy infantil y a no poder tomar en peso mi vida. no tenía personalidad y me dejaba llevar por los demás. Me hacía la buena constantemente, lo que me suponía estar siempre en tensión para no defraudar a nadie, ....
Vivía compadeciéndome, sufriendo por todo lo que me pasaba.
Encontrarme con Jesucristo cambió mi vida. No es que dejé de compadecerme así, de repente. No, porque las cosas de Dios suelen ir según Su tiempo, no según el mío, que sería "ahora y ya mismo".
Todo fue uno, encontrarme con Jesús y conocer a mi novio, que luego fue mi marido, hasta el día de hoy y el momento en que la muerte nos separe.
La maternidad llegó enseguida, y el primer sufrimiento gordo también (el primer aborto después del nacimiento de nuestra primera hija).
¡Una niña no podía con todo!
Así que, a base de "golpes", aprendí a no mirarme tanto a mí misma y empezar a abrir los ojos hacia los demás.
Toda mi vida es un milagro, pues para mí madurar era imposible, pues mi intención era apoyarme en los demás, no tener que decidir, huir de cada sufrimiento que llegaba, ..., ¡Todo fue inútil, gracias a Dios!
Para mí hoy es muy importante "empatizar" (esa palabrita que está tan de moda), ponerme en la piel de los demás, no para compadecerlos (pues mi propia experiencia me dice que la compasión mal entendida no sirve para nada), sino para sufrir y alegrarme con ellos. Estar a las "duras y a las maduras"
Y, por mi propio bien y el de los demás, intentar llevar la sonrisa siempre en la cara. Pues, está la sonrisa de dolor, que indica que se entiende y se comparte un dolor, y la sonrisa o, más bien, la risa de alegría, por la que se vive el gozo del otro, acompañándolo y alegrándose de su bien.
No, no es nada bueno vivir en la autocompasión y la compasión hacia los demás día trás día, por lo menos así lo creo, y preferiría alejarme de alguien antes que compadecerle.
Lo que necesito y creo que necesitan los demás , es el amor verdadero.
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